Arquetipo de la prostituta…

“Yo aparecí en su vida dispuesta a ofrecerle mi alma, y él apareció en la mía dispuesto a quedársela”

Y aquí va la tercera entrega sobre arquetipos, en la que vamos a “reconocer” a nuestra querida prostituta.

¿A qué te mueres de ganas? Pues ala, al lio…

Al igual que sus otros tres compis de cuarteto (el niño, la víctima, y el saboteador.) La prostituta se manifiesta cuando tenemos miedo, cuando nuestro instinto de autoconservación se ve amenazado. Pero ¿Miedo de qué? Pues miedo, por ejemplo, de obedecer mis propias convicciones, porque eso podría dejarme sola o sin recursos.

Lo vas a entender mejor cuando visualices situaciones reales y diarias en las que se pone en marcha la prostituta:

  • Trabajas en una empresa, con cuyos fines, productos, o medios, no estás de acuerdo, pero no abandonas por tener seguridad económica.
  • Estás con una persona que no te llena a nivel emocional, o que no encaja contigo, pero no la dejas porque no sabes qué harías con tu vida si estuvieses sola.
  • Tienes amistades que sabes no son puras, incluso pueden llegar a ser dañinas, pero te has acostumbrado y continuas relacionándote con ellas por miedo a conocer gente nueva o quedarte sola.
  • Has dejado de hacer algo que te gusta, o para lo que sabes tienes talento, para no sobresalir sobre tu pareja, o sobre alguna otra persona que te aporta algún tipo de “seguridad”. Sospechas que si triunfas, esta persona se alejará de ti.

Como ves, en todos estos ejemplos estás “vendiendo” algo de ti, a cambio de algo que te ofrece seguridad. O eso crees, ya que esta seguridad no es real. La verdadera seguridad parte de uno mismo, no del entorno ni de los demás.

 

El arquetipo de la prostituta teme que por hacer lo que le dicta su propia esencia, pueda quedarse sola y sin recursos.

El arquetipo de la prostituta está conectado con tus miedos sobre la autosuficiencia. Mientras funciones en piloto automático, bloqueará tus intentos de superación personal. Te hará creer que es mejor someterse a las personas y situaciones, que tomar tu propio camino. Te hará pensar que si cambias de rumbo y decides por ti misma te quedarás sola, y nadie te apoyará. Te convencerá de que les sigas la corriente a los demás a fin de gustarles, si quieres vivir tranquila y segura. En definitiva, bloquea tu propia personalidad porque considera que no serás suficiente para sobrevivir. Manteniéndote en un estado de pseudosometimiento al entorno, en el cual no eres feliz, pero en el que crees que estás segura.

 

Reconociendo al arquetipo de la prostituta.

A parte de las situaciones mencionadas que  te llevan a detectar este arquetipo activo en ti, también algunas de nuestras reacciones diarias automáticas lo sacan a relucir. Por ejemplo, cuando haces pequeños o grandes gestos orientados a que otros te miren, a ser el centro de atención. O cuando intentas aparentar para que los demás piensen que eres más exitoso, poderoso, o feliz de lo que realmente eres. En resumidas cuentas, cuando vendes una apariencia que no es honesta, a fin de conseguir reconocimiento. Es fácil de ver, como hoy en día gracias a las redes sociales, está arquetipo se ha hecho mucho más fuerte en la sociedad. Esto se debe, por un lado, a la gratificación inmediata que produce la mirada ajena. Por otro, a que el arquetipo de la prostituta, necesita disimular su falta de autoestima, y busca falsas apariencias que la suplan.

Cuando detectas estas actitudes en ti, y te haces consciente de lo absurdo e irreal que es el miedo que las sustenta, comienzas a hacerte preguntas. ¿De verdad necesito vender mi cuerpo o mi moral por dinero, por agradar, o por encajar? ¿Merece la pena continuar en una relación o trabajo que no me satisfacen, por miedo a la soledad o al cambio? ¿Dónde está mi valentía por hacer lo que yo creo sin importarme lo que piensen los demás? ¿Hay alaguna necesidad real de vivir bloqueando mis posibilidades y talentos, para no ser  rechazada por personas inseguras?

 

Integrando al arquetipo de la prostituta.

Cuando alimentas demasiado a uno de los cuatro arquetipos de la supervivencia, se hace con el control. Entonces el control de tu vida lo maneja el miedo, no tú.

Como ves, si actuamos movidos por este arquetipo, podemos estar vendiendo sin darnos cuenta muchas cosas que si son de vital importancia: Nuestro cuerpo, integridad, mente, voz, tiempo…

La prostituta va haciendo tratos en los que cambias pedazos de tu ser a cambio de seguridad. Cuando te das cuenta, vives tan supeditada a los otros que tu vida no es tuya.

Al igual que el saboteador vive paralizado por su miedo al cambio,  el arquetipo de la prostituta vive paralizado por su miedo a la autosuficiencia. Lo que nos lleva a divisar una gran herida a curar si quieres liberarte y vivir una vida plena: La autoestima.

Si tu confianza en ti misma es fuerte, no habrá persona ni motivo en este mundo que te lleve a estar donde no quieres estar. Ni hacer lo que no quieres hacer. Porque sabes perfectamente lo que te hace feliz y lo que no, y confías en que tu mejor que nadie encontrará los medios para conseguir tus fines. No te dejarás comprar por un pedazo de comodidad, ni por agradar a nadie.

 

 “Haz cosas que te agraden a ti misma, y si a los demás les agradan o no, no es cosa tuya”

Para integrar al arquetipo de la prostituta, una vez has localizado las zonas de tu vida afectadas por su excesiva presencia, te tendrás que cargar de valor y autoconfianza. Al empezar a trabajar este arquetipo tal vez parezca que los pasos a dar son imposibles, pero esto es solo una ilusión. Una vez dado el primero, los posteriores serán más fáciles. También irás viendo como el exterior va respondiendo a tus cambios personales, ya que como decía Saint Exupéry: “El mundo entero se aparta cuando ve a una persona que sabe a dónde va”

Una prostituta bien integrada es esa voz en tu interior que te advierte de situaciones que ponen en peligro tu integridad. Que tiene la fuerza y arranque necesarios cuando resulta preciso liarse la manta a la cabeza, o pegar un buen portazo.

 Para ayudar a tuprostituta a liberarse, ten muy claro este concepto: La verdadera seguridad nace de tomar tú las riendas de tu vida.

He de añadir, que aunque este post esté escrito en femenino. El arquetipo de la prostituta se da por igual en ambos sexos indistintamente, al igual que los demás. Además, no debemos olvidar que todos tenemos el sexo tanto másculino como femenino en nuestra psique.

Imagen: Josiah Lewis